Kether es la Corona y es el nivel más profundo. Ella fue la primera manifestación de la energía ilimitada de lo Divino. No existe nada más espiritual; fue la primera que llegó directamente de la Nada y es la más cercana a la Nada. Es un nivel de conciencia de pura Luz, un brillo blanco divino. Es el último nivel que tocamos y despertamos antes de reunirnos nuevamente con Dios.
En este nivel no hay vicios. Existe única mente la virtud de completar la Gran Obra. Una vez que hacemos esto, entramos nuevamente en la Nada. Como la fuerza contenida en esta sefirá, lo mismo que en las dos siguientes, es tan fuerte, sólo puede experimentarse en su forma más pura cuando todos los otros niveles han sido despertados y equilibrados plenamente.
La meditación y la reflexión sobre ellos nos conducirá a un mayor entendimiento del poder en los niveles siguientes. Trabajar en él nos abrirá nuevas ideas y concepciones, algunas vinculadas a un futuro lejano. Abre las puertas a la investigación pura y a la sorpresa. Descubre los pensamientos que no han sido considerados todavía. Es aquí don de podemos comenzar a ver el origen de todas las cosas y su destino final. Trabajando en Kether, podemos ‘tocar” al Creador.
• Aspecto divino que opera en este nivel
La fuerza de Dios que opera en este plano de conciencia es Eheieh. Este fue el nombre con el que Dios se presentó ante Moisés en el desierto, cuando le habló desde una zarza ardiente, y significa “YO SOY EL QUE SOY”. Aquí la fuerza Divina simplemente está, y no puede verdaderamente ser comprendida por el hombre porque se encuentra muy cerca de aquello de donde proviene. En este nivel crece la certeza de que Dios es eterno: siempre estuvo y siempre estará, para toda la Creación.
• Arcángeles que pueden invocarse
El Arcangel es Metatrón, considerado el más grande de los seres angélicos. Su tarea es sostener a la humanidad, y es él quien dio al hombre la Cábala para que pueda recuperar su verdadero destino. Bajo su influencia se encuentra la Orden de Ángeles llamada Chaioth ha-Kadesh, las Santas Criaturas Vivientes. Son los Ángeles del Amor, la Luz y el Fuego en sus aspectos más espirituales. A veces se les denomina Serafines.
Pueden ayudar a comprender la Cábala y nuestro propio proceso evolutivo.
AIN SOF OR
Este es uno de los conceptos más difíciles de entender, ya que no hay representaciones que puedan describirlo. Es, también, el más abstracto, Ain Sof Or es la Nada, y también el Absoluto, origen de toda procedencia tanto física como espiritual.
Literalmente significa:
Ain: Nada
Ain Sof: Sin límites
Ain Sof Or: Luz ilimitada.
Del Ain Sof emanan las sefirot (las “emanaciones”).
Es la Nada Absoluta que precede a la más espiritual de las sefirot: Kether. Sólo podernos abarcar esta noción de un modo aproximado. La finalidad de la Cábala, y quizá de la vida misma, es regresar a la Nada.
Es comparable al Nirvana de la filosofía hindú, y al concepto de los Días y Noches de Brahma. Según esta idea, en grandes intervalos históricos la totalidad del Universo vuelve a la fuente de la Nada. Lo manifiesto se torna no manifiesto. El Ain Sof Or es la fuente a partir de la cual se manifiesta el Todo.
Para visualizar esta Nada Absoluta se debe trabajar desde Kether, la sefirá Superior, que se expresa como una luz blanca.
Cuando estudiamos y aplicamos la Nada Absoluta de Ain Sof Or a nosotros mismos, permitimos que los contenidos de la conciencia no se vean obstaculizados por ningún otro concepto, ya que no hay ningún otro concepto fuera de éste.
Meditar en Ain Sof Or permite liberar la mente y la conciencia de todo preconcepto, y alojarse completamente en el aquí y ahora. Esta es la única certidumbre que tenemos, el momento presente, el fundamento de la vida y del conocimiento.