Nombre maya: UAXAK
PODER CREATIVO: Armonizar
ACCIÓN: Modelar
FUNCIÓN: Integridad
CUESTIONES A TRASCENDER: ¿Vivo lo que creo? ¿Cómo bajo lo teórico y abstracto a la realidad? ¿Cómo integro en un todo los distintos aspectos de mi ser?
MOMENTO EVOLUTIVO: Es el momento donde se integra, se alinea el proyecto con la esencia del ser, donde se recobra fuerza para avanzar o donde se disuelve todo lo planeado hasta ahora.
El Tono Galáctico señala el camino que va a la Unidad, la integración con el infinito, la toma definitiva de poder antes de la acción concreta. Es la manifestación del Amor en la tierra, bajado desde un nivel cósmico o superior hasta nosotros. También el número 8, colocado horizontalmente, simboliza el infinito. El Tono Galáctico, octavo escalón en toda secuencia energética de trece escalones, es el punto clave de todo el proceso, donde la pregunta
espera una respuesta a todo o nada; es la capacidad de bajar a tierra lo celestial, de hacer concreto lo teórico o abstracto. Si la respuesta es positiva, entonces se puede pulsar la acción de los últimos cinco escalones hacia la trascendencia. Los portadores de este Tono Galáctico deben llevar armonía a cada nivel de su vida, manejar las sincronías con las demás energías o personas, reconocerse como un punto en que está confluyendo constantemente el infinito y hacia afuera parte del trabajo en luz de su propia integración personal, de movilizar los distintos aspectos del ego y darles una coherencia y una unidad en el ser de uno. En otras palabras, a los portadores del Tono Galáctico se les otorga la habilidad de dar forma definitiva a todo propósito, a disponer de
aspectos del nivel de conciencia o vibración inmediatamente superior. Pueden poner los pies en tierra, de una vez por todas, y elevar la mirada hacia el objetivo final. Son los que necesitamos para hacer realidad tantos proyectos postergados, los que están allí en el momento adecuado para que dejemos de especular y nos decidamos
a la acción inmediata, los que nos enseñan que hay que ser coherente con uno mismo, entre lo que se cree y lo que se vive. Si el proceso no va de la mano con la esencia del ser, puede darse por terminado y comenzar uno nuevo. Es el punto de inflexión entre el ir por todo o que todo quede en la nada. Es el poder, la potencia, la fuerza, el impulso para llegar hasta el final.