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44. KOU / VENIR AL ENCUENTRO

    “Viniendo a la cita. La muchacha es poderosa. Uno no debe casarse con esa muchacha.”

    La ascensión del hombre vulgar (el crecimiento de un elemento inferior) está pintado por la imagen de una muchacha atractiva que se da fácilmente y que así toma el comando. Eso no sería posible si, por su parte, el principio fuerte y luminoso no hubiera venido, él también, a su encuentro. El hombre vulgar parece tan inofensivo y tan dócil que uno hace de él un amigo. Parece tan pequeño y tan débil que uno piensa divertirse con él sin inquietud. El hombre inferior solo asciende porque el hombre noble no lo mira como peligroso y le otorga poder. Si se le resistiera desde el principio nunca tendría éxito como para ganar influencia.
    Pero el tiempo que uno viene al encuentro tiene otro aspecto que merece ser examinado. Si la regla no debería ser que los débiles vengan al fuerte, esta actitud, sin embargo, en ciertos momentos asume un significado considerable. Si el cielo y la tierra se encuentran, todas las criaturas prosperan. Cuando el príncipe y su ministro se encuentran, el orden se establece en el mundo. Es indispensable que los principios destinados a relacionarse entre sí se vinculen mutuamente. Este paso solo debería estar libre de segundas intenciones, de lo contrario sería malo.