Hay dos cosas en particular que distinguen el diseño de un Manifestador de los demás tipos.
- Carece visiblemente de definición Sacra, lo que pone inmediatamente a los Manifestadores en una minoría global.
- Existe una conexión directa o indirecta entre el Centro de la Garganta y uno o más de los tres motores restantes en el Cuerpo Gráfico: el Centro del Corazón, del Plexo Solar y de la Raíz.
Los Manifestadores son un tanto inusuales: comprenden menos del 10% de la población mundial.
COMPENDIO
La saga de la humanidad se desarrolló como lo hizo porque los Manifestadores no tuvieron que esperar a que los «dioses» o las fuerzas externas les pusieran en acción.
La habilidad excepcional de los Manifestadores para hacer realidad o hacer manifiesto lo que imaginan, en combinación con la protección de su aura cerrada y repelente, a menudo los situó en posiciones de poder, como las de rey guerrero o sumo sacerdote.
Siendo las únicas puras personas de acción entre los tipos, los Manifestadores conquistaron y defendieron los reinos y aseguraron y mantuvieron su poder y autoridad estableciendo las leyes.
Nuestras restantes jerarquías religiosas y laicas son un resultado de la tentativa de los Manifestadores de conservar el control y evitar ser desafiados.
Sin embargo, el papel tradicional del gobernante que los Manifestadores detentaron durante siglos acabó alrededor de 1781, cuando los humanos pasaron de la forma de 7 centros a la de 9 centros.
Los Manifestadores actuales, que aún son los instrumentos del principio yang/yang (fuerza primaria), ahora viven en un entorno yin/yin (receptivo) dominado por los Generadores.
En vez de soñar la creación de imperios o determinar el curso de las civilizaciones, ahora buscan una manera de integrar su independencia inherente y su poder esencial único para interactuar en una sociedad que les ha despojado de su libertad de acción.
En el mundo de hoy, los dones increíbles del Manifestador son su habilidad para:
- Actuar de manera independiente.
- Iniciar la acción.
- Impactar a los demás.
Sin embargo, cuando se les percibe como amenazadores o impredecibles, estas mismas cualidades pueden hacer que los otros tres tipos se sientan incómodos, lo que a menudo lleva a tentativas evidentes de controlar al Manifestador.
Los Manifestadores están a gusto con la soledad y encuentran una paz sustanciosa manifestando lo que quieren para sí mismos. Este es su camino natural y no requieren asistencia externa.
No entienden por qué a los demás les debiera siquiera importar lo que hacen, y mucho menos aún que se les resistan o les controlen, pero sí que tratan de controlarlos, empezando por sus padres.
Una historia temprana y desagradable de experiencias condicionantes, mezcladas con resistencia, empuja al Manifestador hacia el tema de su no-ser: la rabia.
Esta rabia se expresará de una de estas dos maneras:
- Rabia/ira y rebeldía.
- Pasividad y acomodación.
Ambas expresiones reprimen el poder de los Manifestadores y les impiden realizar su valía; por eso es tan importante la Estrategia.
Informando, y de esta manera relajando la resistencia de los demás, los Manifestadores encuentran lo que buscan la mayor parte de su vida:
La paz para hacer lo que quieren, cuando quieren hacerlo.
Los Manifestadores no están particularmente interesados en sí mismos, ni necesitan depender de que otras personas les pregunten o les inviten para actuar siguiendo su Autoridad.
Son agentes autónomos e independientes.
Tienden a considerar a los demás bastante extraños, desfasados y estancados o incapaces de salir de apuros por sí mismos.
Con su habilidad para vislumbrar el futuro, los Manifestadores a menudo sienten que están esperando a que todos los demás se pongan al día.
Las preguntas que se hacen los Manifestadores son:
- ¿Me responderán?
- ¿Se animará alguien con mi impacto o responderá a mi pregunta iniciadora?
Esta presión subyacente para impactar, para hacer que sucedan las cosas, es clave para cumplir su propósito.
Los Manifestadores están más cómodos cuando les dejan solos para hacer lo que les parezca, si bien los otros tres tipos están esperando a que el Manifestador los inicie, o un nuevo proceso, para que cada uno pueda contribuir su parte esencial.
A menudo, los Manifestadores esperan que los otros tipos les provean la energía específica necesaria para realizar lo que ellos sueñan.
En un mundo perfecto:
- Los Manifestadores inician las cosas.
- Los Proyectores guían el proceso.
- Los Generadores proveen la energía para realizarlo o completarlo.
- Los Reflectores les dicen si está yendo bien.
LA ESTRATEGIA DEL MANIFESTADOR: INFORMAR
Los Manifestadores tienen una asentada reputación de presentar una amenaza al orden y la estabilidad.
A menudo, los demás experimentan (y malinterpretan) su independencia y su aura cerrada y repelente, que literalmente empuja su energía hacia fuera, como la necesidad del Manifestador de tomar el control o hacerse cargo de la situación.
Con frecuencia, la gente se siente ignorada o atropellada por los Manifestadores «descontrolados», y, en consecuencia, tiende a tenerles miedo.
La sencilla Estrategia del Manifestador —informar— zanja esta interacción áurica tan cargada y abre eficazmente el camino a la comunicación clara, productiva y pacífica.
Informar es la única manera en que los Manifestadores superan la resistencia y encuentran la libertad que necesitan para manifestar.
Técnicamente, los Manifestadores necesitan informar:
- Después de haber tomado una decisión pero antes de actuar.
- O al menos cuando están actuando.
- Si deciden no seguir haciendo algo, deben informar también.
Aunque informar está lejos de ser agradable y natural para el Manifestador, la vida es mucho más fácil cuando aprende a hacerlo y lo hace bien.
Cuando los Manifestadores son conscientes de su impacto, la lógica de informar les resulta evidente, y este conocimiento por sí solo puede transformarles.
Al final, informar tiene que ver con mostrar respeto a la otra persona.
Cuando los Manifestadores no informan, los demás sienten que les faltan al respeto y les ignoran, mientras que informar desvanece el miedo y fortalece la confianza, lo que a su vez disuelve la necesidad de controlar en cualquiera de las partes.
LA IMPORTANCIA DE LA AUTORIDAD
A decir verdad, si los comparamos con los demás tipos, para los que la Estrategia es una parte mecánica de su diseño, a los Manifestadores se les impone su Estrategia artificialmente como medio para eliminar o aliviar la resistencia. Por tanto, respetar su Autoridad se vuelve aún más significativo en su vida. Para lograr la expresión total de su potencial cognitivo y tener el impacto adecuado, deben actuar de acuerdo con su verdad interna y no desde la mente. Si deciden hacer algo usando su mente, simplemente para liberar la presión de poner algo en marcha, encontrarán resistencia.
LOS MANIFESTADORES CON AUTORIDAD EMOCIONAL
Como verdaderos iniciadores, el momento de las acciones de los Manifestadores es de suma importancia para ellos, especialmente para los Manifestadores con el Centro del Plexo Solar definido. No pueden acceder en un instante ni a su verdad ni a su momento de claridad. Los Manifestadores definidos emocionalmente que no esperan a que vaya pasando su ola emocional son más reactivos o impulsivos; en consecuencia, encuentran más resistencia y tienden a meterse en problemas.
Respetando y aceptando la química de su ola emocional, pueden usar su tiempo de espera provechosamente para determinar quién se verá afectado por su decisión. El tiempo trae claridad. Para cuando lleguen al final de su ola y hayan repasado la lista de los más afectados, puede que decidan no actuar.
La Autoridad Emocional requiere que los Manifestadores cultiven su paciencia, lo que puede resultar en una posición beneficiosa para todos.
Hay una gran diferencia entre los actos dirigidos por la mente y la manifestación que viene de un espacio de claridad interna. Si los Manifestadores sienten un afán exagerado de actuar o implementar su idea, por lo general ese impulso no viene de su Autoridad, sino del condicionamiento amplificado de un centro abierto que se expresa a través de su mente.
A veces, esperar les puede parecer un doloroso castigo, pero les protege de actuar apresuradamente y de sufrir consecuencias indeseables y evitables. Si los Manifestadores esperan a que vaya pasando el movimiento de su ola, notarán una de estas dos cosas:
- Que las ganas de actuar se han apaciguado, lo que significa que no debía suceder.
- Que aún sienten que quieren tomar esa decisión o actuar, y que lo harán cuando sientan que es el momento adecuado.
Ya no hay una sensación de necesidad urgente o de presión en relación con la decisión. Todo puede suceder de manera natural cuando observan su ola e informan cuando se preparan para actuar. Esta es la única manera en que los Manifestadores emocionales pueden alcanzar su objetivo de vivir en paz siendo ellos mismos.
LOS MANIFESTADORES CON AUTORIDAD DEL BAZO
A diferencia de la necesidad del Manifestador definido emocionalmente de ser paciente y esperar a que llegue la claridad, la acción e iniciación del Manifestador con Autoridad del Bazo fluye instintiva y naturalmente en el momento.
Esta espontaneidad, aunque liberadora, crea el dilema de tener que informar cuando solo tiene un indicio del impacto que su decisión o acción inmediata puede tener. Se requiere una firme intención por parte del Manifestador de vivir sintonizado con su Autoridad del Bazo y, aun así, informar eficazmente.
Por ejemplo, si un Manifestador está entrando con sus amigos en un restaurante y su cuerpo le dice que se detenga, no le queda otra opción que prestarle atención. Aunque es obvio que no es sano para él entrar, su alerta del Bazo no llegó con alguna explicación. Lo único que puede hacer es informar honestamente a sus compañeros de lo que es correcto para él en ese momento y ser consciente de cómo su decisión repentina afecta a los planes de todos los demás.
LOS MANIFESTADORES EN LAS RELACIONES
A pesar de ser perfectamente capaces de ofrecer gran amor y devoción por su familia, a solitarios independientes como los Manifestadores no les resulta fácil estar en una relación.
Su aura cerrada no abraza o acoge de modo natural a otros. Tampoco es penetrable, lo que significa que los demás no pueden llegar a conocer bien con facilidad a un Manifestador.
Esto es particularmente difícil para una madre o un amante, porque puede crear barreras confusas para la intimidad. Comprender la manera en que la Estrategia abre el camino a una interacción más clara da paso a la compasión genuina y ayuda a aliviar cualquier dolor asociado con el malentendido de las diferencias.
Adicionalmente, los Manifestadores deben hacer que su modo de iniciar sea correcto. Por ejemplo, si a un Manifestador le gusta alguien, es adecuado que dé el primer paso en vez de confiar en que la otra persona se fijará en él o ella.
Los Manifestadores se sienten respetados cuando los demás también les mantienen informados. La información recíproca disuelve gran parte de la resistencia, elimina la rabia y realza el respeto mutuo entre los miembros de una relación.
OBJETIVO: LA PAZ
Lo que los Manifestadores desean más que nada es la paz, un espacio sin resistencia. Dejar de vivir desde el no-ser es lo que abre el camino a esa paz.
Esto significa soñar y tratar de alcanzar sus sueños, haciendo lo que quieren hacer, con una profunda sensación de calma y sosiego interno. Cuando se encuentran en ese estado de paz, saben que están alineados con su Autoridad y su Estrategia de informar, y están habilitados para manifestar y tener su propio impacto único y esencial en el mundo.
MANIFESTADORES FAMOSOS
Adolf Hitler, Johannes Kepler, Helmut Kohl, Elisabeth Kübler-Ross, J. Krishnamurti, Julio Iglesias, Hermann Hesse, Jack Nicholson, Bruce Springsteen, Mao Tse-Tung, Jesse Jackson, Maya Angelou, Art Garfunkel, Tracey Ullman, Antonio Banderas, Martha Stewart, Frida Kahlo, George Carlin, Ra Uru Hu, Robert De Niro, Johnny Depp, Jennifer Aniston, Susan Sarandon, Tim Robbins, George W. Bush.