Duración: 20 a 30 minutos Frecuencia: Cada vez que lo requieras Requisitos: Privacidad, disposición y un acompañante si lo consideras necesario Nivel: Intermedio Espacio: Cómodo, sin distracciones
Objetivo: Generar los recursos necesarios para afrontar una situación conflictiva. Este ejercicio nos permite descubrir que, por desafiante o intensa que sea una circunstancia, nuestra mente siempre puede generar los recursos requeridos para enfrentarla de manera asertiva.
Recomendación: Utilizar el símbolo creado durante el ejercicio cada vez que lo necesites. Este ejercicio es ideal para situaciones ya vividas que no fueron satisfactorias, así como para prepararse ante situaciones futuras que generan miedo o inseguridad.
Pasos para el Ejercicio
Conecta con la situación conflictiva:
Puedes cerrar los ojos si lo prefieres.
Piensa en la situación que te perturba. Visualiza la película de la última vez que la viviste o de lo que temes que sucederá.
Observa cómo actúas en esa película, escucha lo que ocurre y reflexiona sobre cómo te sientes.
Crea tu película ideal:
Imagina cómo te gustaría haberte visto en esa situación o cómo deseas actuar si todavía no ocurre.
Construye una película donde te desenvuelvas idealmente: ¿Cómo actúnas? ¿Qué escuchas? ¿Qué sucede? Respira profundamente y siente la seguridad y confianza de actuar de esa manera.
Identifica tus recursos:
Reflexiona sobre qué experiencias, aptitudes, conocimientos y valores (como paciencia, valentía, confianza, o flexibilidad) posees que puedan ayudarte en esta situación.
Recuerda experiencias pasadas:
Piensa en momentos de tu vida donde hayas utilizado esos recursos para superar un desafío.
Pasa la película de esa experiencia y asóciate con ella. ¿Dónde estabas? ¿Qué sucedía? ¿En qué momento empleaste esos recursos? Respira profundamente y siéntelos.
Simboliza tus recursos:
Dale una forma o un color a los recursos que sientes. Deja que tu mente cree un símbolo que los represente.
Respira profundamente y acepta el primer símbolo que aparezca.
Instala el símbolo:
Visualiza el símbolo que representa tus recursos. Lleva tus manos lentamente hacia tu pecho, como si estuvieras trayendo ese símbolo a ti.
Respira profundamente mientras integras el símbolo en tu pecho.
Recrea la situación con el símbolo:
Regresa mentalmente a la situación conflictiva, esta vez armado con tu símbolo.
Observa cómo cambia la situación y cómo te sientes ahora que tienes tus recursos contigo.
Prepara tu futuro:
Sal de la situación y piensa en futuros escenarios similares. Visualiza cómo afrontas esos momentos con el apoyo de tu símbolo.
Practica tocar tu pecho, visualizar tu símbolo y respirar profundamente para activar tus recursos cada vez que lo necesites.
Recomendaciones Finales
Repite este ejercicio regularmente para consolidar la conexión con tus recursos internos.
Practícalo antes de enfrentar situaciones desafiantes para sentirte más preparado y seguro.
Utiliza el símbolo creado como una herramienta constante de apoyo en tu vida diaria.
