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15. Visualizacion Neptuno

    Están frente al mar, frente al océano. Escuchen el fragor de las olas, sientan cómo los salpica el polvillo del agua que trae el viento salado. Conecten con su marea, con su estremecimiento. Traten de ver el gigantesco tamaño de esas olas, que van a ir creciendo cada vez más ante sus ojos. El color del mar va a ser predominantemente verde, verde turquesa, y las olas se agigantan. Vean su plasticidad, vean cómo se alzan, forman cavernas y luego caen y rompen con estruendo. Ustedes van a entrar en ese mar de olas gigantescas. No tengan miedo, nada les va a suceder. Siéntanse llevar por esas enormes olas y sientan cómo, al mismo tiempo, desaparece el fragor. Ya no hay sonido. Las olas se alzan enormes y luego caen, llenas de espuma pero en silencio. Déjense llevar por ese oleaje, asciendan en la ola y luego caigan, mientras sienten que el mar, el océano, los va arrastrando cada vez más lejos de la costa, hasta que va desapareciendo toda costa, todo barco, toda señal. Solo va a quedar el océano infinito y ustedes allí, en el medio, en el silencio. Las aguas están ahora más calmas.
    Entréguense al agua, perciban la enorme profundidad que tienen por debajo, cientos de metros, quizás miles, de agua. Húndanse en esa agua como si el cuerpo le perteneciera, y registren un remolino que, haciendo marea circular, los comienza a arrastrar hacia abajo, hacia el fondo del mar. Traten de no resistir y de entregarse, reconociendo que son de la misma naturaleza que el mar y que pueden respirar perfectamente en él, como si el agua entrara y saliera de su cuerpo. Vayan hacia abajo y comiencen a ver los maravillosos colores del fondo del mar, déjense rozar por los cardúmenes, vean las algas, los corales, antiguas rocas y tesoros abandonados en el fondo. Escuchen los extraños sonidos del fondo del mar.
    Sigan descendiendo hasta que, muy a lo lejos, divisarán un brillo, un resplandor. Cuando se acerquen, verán que en ese resplandor hay una ciudad, una maravillosa ciudad que es la ciudad de los sueños, de sus sueños. Esa ciudad va a tomar las formas que ustedes deseen, la forma de su deseo. Vayan entrando a la ciudad de los sueños y vayan permitiendo que todo tome la forma soñada por ustedes. En esta ciudad, sus sueños se manifiestan, se materializan. Generen las personas, los lugares, las situaciones de sus sueños. Pero vean cómo, cuando quieren tocarlos, cuando quieren aferrarlos, esos sueños se deshilachan, esas personas, esos lugares, se descomponen, y solo les queda una extraña sustancia pegajosa que es la sustancia de sus sueños.
    Sientan cómo esa sustancia los ha envuelto completamente y esos sueños están pegados a ustedes, enredándolos, hasta sentir que están completamente envueltos en la sustancia de los sueños, que es pegajosa, que se reproduce a sí misma y los envuelve, los enreda. Cuanto más intentan sacársela de encima, más los va a envolver, hasta que ustedes mismos dejan de generarla. Y cuando esa sustancia desaparece, también va a desaparecer la ciudad, va a desaparecer el mar, y ustedes se van a sentir flotando en el vacío del Universo y del espacio.
    Van a sentirse flotando en medio de las estrellas, con grandes soles muy cercanos, y van a sentir que ustedes son ese espacio infinito y quieto en el que nacen las estrellas. Sientan como si ustedes tuvieran un cuerpo infinito, como si se hubieran extendido por todo el espacio, y todas las estrellas surgen dentro de ustedes. Vibren el espacio infinito, búsquenlo en ustedes. Ustedes son ese espacio, ese silencio que está más allá de todo. Todo sucede ahí, en lo infinito. Esta es la imagen para la energía de Neptuno…

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