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1. LENGUAJE CORRECTO (ASERTIVO)

    Objetivo: aprender a usar el lenguaje en favor de uno mismo y así evitar la posibilidad de autoboicot.
    Recomendación: tener este módulo como referencia para futuros planteamientos.
    Intención: reaprender nuevas formas lingüísticas para expresarnos ante nosotros mismos y ante los demás.


    El lenguaje en la PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA es muy importante para mandar el mensaje correcto a nuestra mente. Veremos cómo hemos perdido oportunidades de tener éxito por un mal planteamiento del objetivo, manifestado con un lenguaje negativo, ambiguo e incongruente. Observa la siguiente lista de palabras y piensa qué tanto las utilizas en el planteamiento de tus objetivos.

    LISTA DE ERRORES COMUNES DE LENGUAJE AL ENUNCIAR UN OBJETIVO:

    1. Uso del “no”: La mente no registra el “no” y, por lo tanto, nos boicoteamos al plantearnos objetivos como “no quiero comer pan”; la imagen del pan aparece en la mente y entonces se antoja. “Quiero comer frutas” o “las verduras me convienen” serían mejores planteamientos.
    2. “Mañana”: Al hablar o pensar respecto al objetivo, es un error decir “mañana”, fecha que no está en el calendario y confunde a la mente; mañana es diario, mañana nunca llega.
    3. “Un día de estos”, “la próxima semana”: Son tiempos que no están definidos ni en el calendario ni en el tiempo; “un día de estos” es demasiado ambiguo para la mente y “la próxima semana” sucede cada semana. Lo correcto es definir una fecha fija, como el martes 19.
    4. “Tengo que”: Generalmente asociamos estas palabras con acciones o tareas que me disgustan y me cuesta trabajo realizar; por ejemplo: “tengo que ir al banco”, “tengo que arreglar la casa”, pero no decimos “tengo que ir a la fiesta” (a menos que de veras no quieras ir). “Tengo que” implica una carga y un peso que nos detiene, por lo tanto, hay que evitarlo en el planteamiento de objetivos.
    5. Dudas sobre el logro: Cualquier vacilación impide que alcancemos el objetivo. La mente se detiene y no continúa con los pasos necesarios; es suficientemente inteligente para no seguir si hay cualquier titubeo.
    6. “Sí, pero”: Esta expresión condiciona la posibilidad de conquistar la meta. El “pero” es una palabra que cancela la primera parte del enunciado, por ejemplo: “tengo que sacar mi licencia nueva, pero es muy tardado”, “tengo que ir a la escuela, pero no me siento bien”. ¿Qué quiere decir esta persona? “Tengo que pasar la prueba, pero me da mucho miedo”, “te ayudo, pero mañana” (condiciono mi ayuda, procuro y deseo que tú no puedas mañana), “estoy a dieta, pero tengo muchos compromisos” (si tengo una cena la rompo). ¿Qué seriedad hay con la dieta? Aquí queda muy claro el autoboicot. Ir a la escuela es un deber cotidiano y no es visto como un objetivo.
    7. “Qué flojera”: Al decir estas palabras, inmediatamente el cuerpo responde. Es una orden y, por supuesto, el cuerpo entero se relaja y deja de tener energía, por lo tanto, no puedo continuar, sólo pienso en actividades de flojera, el objetivo se elimina.
    8. “Qué aburrido”: Con estas palabras, el cuerpo responde y no habrá manera de tener recursos para la acción mientras pensemos y digamos “qué aburrido”, pues esto disminuye el interés y se pierde energía.
    9. Creencias limitantes: Por lo general, vienen acompañadas de un “no puedo” u otras palabras que denotan incapacidad o que sucederá algo negativo si lo hago; por ejemplo: “no puedo ser disciplinada”, “soy incapaz de bajar de peso, toda mi familia es gorda” o “no salgo de noche porque es peligroso”.

    La regla básica para enunciar un objetivo es hacerlo en tiempo presente simple, positivo y afirmativo. Al plantearlo es importante hablar en presente; la mente reconoce e interpreta mejor ese tiempo verbal. Incluso hay que tener cuidado con el “voy a…”, pues implica futuro.

    Plantear el objetivo en forma positiva aumenta la posibilidad de éxito; es mejor hablar de “quiero bajar de peso” que de “tengo o debo bajar de peso” por obligación. Hacerlo afirmativamente evita el boicot: “no quiero enfermarme” suena bien, sin embargo, me visualizo enferma; mejor “quiero estar sana” (me visualizo sana), eliminando el “no”.

    Entrena tu mente para dejar de usar estas expresiones que sólo confunden y boicotean tus intentos de lograr alguna meta. Simplemente hay que recordarlas y evitarlas.

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