La Luna en Tauro se caracteriza por ser sólida, lenta y profundamente conectada con la materia y el cuerpo. Esta energía es plácida, maciza y sensual, ofreciendo una sensación de seguridad inamovible. Desde el nacimiento, el niño con Luna en Tauro recibe una carga afectiva corporal intensa, creando un vínculo fuerte con el contacto físico y las sensaciones placenteras.
La madre o la figura materna en este contexto es vista como una fuente de alimento y protección, proporcionando seguridad a través del contacto corporal, el olor, la tibieza y la textura. Para estos niños, cuerpo, amor, seguridad, alimento y sensualidad están íntimamente ligados, formando una experiencia afectiva integral. La presencia de caricias, besos, mimos y regalos refuerza esta sensación de seguridad y placer.
La Exaltación de la Luna en Tauro: Tradicionalmente, la Luna en Tauro está en exaltación, lo que significa que sus características se potencian. Esta Luna es considerada maravillosa por su capacidad para proporcionar ternura, placidez y afecto. Sin embargo, esta sensación de completitud puede dificultar el desarrollo de una identidad más inclusiva, ya que es tentador permanecer en este estado de satisfacción.
Vínculo Sensual y Protección: El vínculo con la madre se caracteriza por una profunda sensualidad, que se traduce luego en situaciones de protección y pertenencia. Dinero, comida y sensualidad se convierten en sinónimos de afecto y seguridad. En la infancia, estos elementos se entrelazan en la memoria emocional del niño, creando una sensación de un mundo seguro y estable.
Identificación y Madurez: La identificación inicial con esta Luna es necesaria para organizar una futura identidad más madura. El problema surge cuando esta identificación no se disuelve y se convierte en una estructura autónoma. El adulto, inconscientemente, sigue recreando el vínculo entre cuerpo, afecto, seguridad y sensualidad, inhibiendo otras cualidades como la velocidad, la libertad y la acción.
Ambiente Familiar: Las personas con Luna en Tauro pueden crecer en entornos de inseguridad económica, donde la familia enfoca su energía en obtener recursos. El disfrute de la comida es una característica predominante, y la preparación de alimentos se convierte en un acto de amor y afecto. Dar y recibir comida en abundancia es una marca de la infancia asociada con la felicidad.
Es común que los padres medien el afecto a través de dinero y regalos, eludiendo el contacto emocional directo. Este patrón refuerza la asociación entre bienes materiales y seguridad emocional.
Conclusión: La Luna en Tauro ofrece una base sólida y sensual, proporcionando seguridad y afecto a través del cuerpo y las sensaciones. Sin embargo, para desarrollar una identidad plena y madura, es esencial integrar esta energía con otras cualidades, permitiendo un equilibrio entre la estabilidad y la libertad, la acción y la sensualidad. Reconocer y superar la tendencia a depender de bienes materiales para la seguridad emocional es clave para el crecimiento personal y la realización plena.
Está energía también se despliega en el escenario de la casa 2.