Malkuth es el estado de conciencia más cercano a nuestro estado de vigilia natural. Es el nivel que afecta
más directamente la vida física.
A pesar de que está localizado en el final de nuestro mapa, no es menos importante que otros niveles de
conciencia. Es, de hecho, el recipiente de las energías de todos los otros niveles. Es nuestra tarea comenzar a
reconocerlo y separarlo, y utilizar aquellas energías en toda su extensión.
En este nivel comenzamos a reconocer la divinidad que reside en toda materia física (recordemos que Dios
es una realidad sin límites). También en este nivel descubrimos que toda vida tiene su propia conciencia. Aquí
podemos comenzar a trabajar con los duendes y aprender las realidades de la vida elemental. Todos tenemos
recursos disponibles que permanecen intactos. Los colores que nos inspiran esta conexión son los rojizos,
amarillos y cetrinos.
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Trabajamos en este nivel para despertar mayor discernimiento en nuestras vidas. Esta es la virtud que
podemos descubrir para nosotros en Malkuth. Aprendemos a discriminar entre lo bueno y lo malo, adónde ir y
adónde no, cuándo trabajar y cuándo descansar. Aprender a discriminar qué es mejor para uno como individuo
es la razón por la que desarrollamos este nivel. Es el modo de experimentar la llamada “Visión del Santo Ángel
de la Guarda”.
Este nivel de conciencia nos revela las cosas escondidas en nuestro pequeño universo y que nos habíamos
entrenado para ignorar o para relegar al terreno de la fantasía.
Los defectos o vicios de esta esfera que pueden despertarse al ingresar y sobre estimularla, son la inercia y
la avaricia. Nos encontramos en el plano físico y, si queremos producir frutos, debemos trabajar para ello. Pero
hay personas que llevarán sus trabajos al extremo y de ese modo pueden desarrollar la avaricia.
• Aspecto divino que opera en este nivel.
En este nivel de conciencia, somos capaces de tocar ese aspecto de lo divino llamado Adonai ha-Aretz o
“Señor de la Tierra y del Universo Visible”. Es el Dios del reino del hombre, que tiene más directa influencia en
nuestros asuntos físicos y materiales.
• Arcángeles que pueden invocarse.
Existen varios Arcángeles que pueden ser contactados en este nivel de conciencia. El que se conecta con
más facilidad y rapidez es Sandalfon. Es conocido como el Acercador y el Príncipe de la Plegaria, porque él es
quien llevará nuestras plegarias adonde puedan ser mejor respondidas. El recoge las plegarias del fiel y las
lleva personalmente al Rey de Reyes. Se piensa que caminó sobre la Tierra como el profeta Elijah, y es a
través de su encuentro que contactamos con otros dos Arcángeles asociados con esta esfera: Metatron y el
que llamamos el Espíritu Santo.
Bajo Sandalfon, en el nivel de Malkuth, trabajan los Eshim o las Almas y Llamas de Fuego. En términos
sencillos, son los santos alineados con el plano terrenal. Son la Orden de las Almas Benditas.