Las condiciones son tales que favorecen a las fuerzas hostiles en su avance, favorecidas por la época. En este caso, la retirada es el camino correcto y así se logra el éxito. Este retiro no debe confundirse con la huida, en que se intenta salvarse a cualquier precio. Hay que tener cuidado para no dejar pasar el momento propicio mientras uno permanece en posesión de su fuerza y de su posición. Entonces seremos capaces de interpretar los signos de la época antes de que sea demasiado tarde para preparar esa retirada provisoria en lugar de entablar un combate desesperado entre la vida y la muerte. Pero no se trata simplemente de una huída desesperada abandonando el campo de batalla al adversario, sino de hacerle el avance más difícil oponiendo todavía resistencia en puntos aislados. De esta manera en la retirada uno ya prepara la contra-ofensiva. No es fácil entender las leyes de una retirada activa. El significado que contiene tal acción es importante.