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1. Movimientos Oculares

    Duración: 15 minutos
    Frecuencia: Dos veces al día
    Lugar: Casa con privacidad
    Nivel: Intermedio

    Objetivo:

    Enseñar a la mente a cambiar una conducta mediante los movimientos oculares.


    Recomendaciones:

    • Repite el ejercicio dos veces al día para un mejor resultado.
    • Consejo: Si tienes el movimiento ocular cruzado (como se mencionó antes), haz el ejercicio al revés. Por ejemplo, donde diga “arriba a la derecha”, realiza “arriba a la izquierda” y así sucesivamente. No cambies el “arriba” por “abajo” ni viceversa.

    Descripción de la técnica:

    Con esta técnica aprenderás a cambiar conductas no deseadas al enseñarle a tu mente un nuevo camino gracias a la visualización y los movimientos oculares. Es especialmente útil para modificar comportamientos en situaciones específicas.

    Ventaja: Al practicarla de manera constante, notarás cambios rápidos y efectivos, ya que esta técnica es poderosa. La repetición es clave para que la mente adopte la nueva conducta de manera estable.


    Ejemplos de conductas a trabajar:

    • Dejar de comer algún alimento específico (pan, galletas, refresco, pastel, café, etc.).
    • Dejar de morderse las uñas.
    • Dejar de fumar.
    • Mejorar actitudes como paciencia, comprensión, tolerancia, seguridad o cualquier otra en una situación determinada.
    • Ser más puntual.

    También es efectiva para:

    • Niños que mojan la cama.
    • Ayudar a niños a realizar sus tareas.

    Pasos del ejercicio:

    Paso 1: Identifica la conducta no deseada

    • Piensa en una escena donde tengas la conducta que deseas cambiar. Ubícala en tiempo y espacio (visualiza el momento específico).
    • Nota los movimientos de tus ojos en esa escena (en la mayoría de las personas es hacia arriba y a la izquierda).
    • Fija esta imagen en tu mente mientras mantienes los ojos hacia arriba y a la izquierda.
    • Reflexiona:
      • ¿Qué ves en la escena?
      • ¿Qué oyes en esa situación?
      • ¿Qué sientes al vivir ese momento?

    Paso 2: Encuentra un recurso

    • Baja la vista hacia tu mano izquierda y piensa en un recurso para cambiar la conducta no deseada.
    • Reflexiona sobre lo que necesitas incorporar para lograr el cambio: disciplina, paciencia, flexibilidad, seguridad, decisión, calma o la capacidad de decir “no” a lo que deseas evitar (como pastel, café, cigarro, etc.).

    Paso 3: Crea una nueva escena

    • Mueve los ojos hacia arriba a la derecha (tu parte creativa).
    • Repite la escena inicial, pero esta vez visualízate empleando el recurso necesario para cambiar la conducta.
    • Recrea la situación con las nuevas actitudes. Respira profundamente y observa cómo actúas de manera ideal.
    • Asegúrate de incluir todos los recursos necesarios para que la escena refleje una conducta impecable.

    Paso 4: Evalúa el cambio

    • Baja la vista hacia abajo a la derecha y verifica si la nueva sensación es adecuada con el cambio realizado.
    • Pregúntate: ¿Es este cambio bueno para ti y para quienes te rodean?
      • Si la sensación no es positiva, regresa al Paso 2 y busca otro recurso hasta que la nueva escena sea adecuada.
      • Si la sensación es positiva, regresa a la escena del cambio y revívela moviendo los ojos hacia arriba a la derecha nuevamente.

    Paso 5: Integra el cambio

    • Si estás satisfecho con la nueva escena, respira profundamente un par de veces para integrarla en tu mente y cuerpo.
    • Al hacerlo, le enseñas a tu mente un nuevo camino para responder ante estímulos similares en el futuro.

    Tarea:

    Repite este ejercicio desde el Paso 3 antes de dormir o en cualquier otro momento del día. La repetición toma aproximadamente cinco minutos y ayudará a consolidar la nueva ruta en tu mente.


    Nota final:
    La constancia en la práctica te permitirá ver resultados rápidamente. Este ejercicio tiene el potencial de transformar hábitos y actitudes de manera efectiva.

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